“Necesitamos humanizar y personalizar los grandes datasets en una forma que no desvirtúe la complejidad o la escala de los temas que se trata”.
Su caso predilecto fue cuando el buscador más famoso del mundo salvó a Estados Unidos de una epidemia global. Cuando la gripe aviar llegó a ese país, los sistemas de salud colapsaron ante la falta de información oportuna para plantear estrategias. El sistema de alertas era demasiado lento para entender la propagación de la enfermedad. Por esos días, la revista científica Nature publicó un artículo en que ingenieros de Google demostraban haber encontrado la manera de predecir la propagación de la gripe común. El método consistía en combinar las tendencias de búsqueda acerca de los síntomas con información histórica sobre la evolución de la enfermedad. “Otros ya habían intentado hacer esto con los términos de búsqueda de Internet, pero nadie disponía de tantos datos, capacidad de procesarlos y know-how estadístico como Google”, escriben los expertos. Tan solo validar las palabras o frases clave supuso recrear 450 millones de modelos matemáticos diferentes. El resultado fue un grupo de 45 términos que mostraban la relación entre las búsquedas de los posibles pacientes y la evolución de la gripe. El detalle es que, a diferencia del modo tradicional, que podía tomar semanas para recuperar la información, Google elaboró un software que lograba esa precisión en tiempo real.
300 mil registros de compañías inscritas en Panamá fueron descargados por el programador Dan O’Huiginn para crear un sitio que facilita las búsquedas.
¿Qué podemos aprender los periodistas de este tiempo en que un algoritmo puede predecir el momento en que millones de personas se limpiarán la nariz? “Los big data -los datos masivos- se refieren a cosas que se pueden hacer a gran escala […] para extraer nuevas percepciones o crear nuevas formas de valor, de tal manera que transforman los mercados, las organizaciones, las relaciones entre los ciudadanos y los gobiernos”, señalan Schönberger y Cukier. Desde que el psiquiatra Carl Jung descifró cómo sueñan los seres humanos ninguna operación para encontrar historias en el mundo abstracto fue tan poderosa.