“Si se hace bien, la gente tiene realmente mucho apetito por ver los datos”, dice Scott Klein, un referente del periodismo de investigación con datos masivos.13 “Es suficiente ver cuánta gente entiende –y le encantan– estadísticas deportivas increíblemente sofisticadas e impenetrables”. Si un lector promedio está dispuesto a leer páginas deportivas que parecen reportes de la bolsa de valores, ¿por qué no encontraría la utilidad de una herramienta que examina el sistema de salud o la calidad del agua que se toma en su localidad?
80 periodistas de 26 países participaron en la investigación de los Luxembourg Leaks que reveló acuerdos ilegales en beneficio de 340 corporaciones.
Klein es editor de Propublica, uno de los medios más innovadores de Estados Unidos. En el 2010 recibió la misión de montar un proyecto que parecía sacado de un laboratorio de Sillicon Valley: el departamento de aplicaciones de noticias. Se trataba de un equipo formado por reporteros y tecnólogos que trabajaría de manera conjunta para hacer periodismo usando software. Uno de sus proyectos más impactantes fue Dollars for Docs (Dólares para los doctores), que reveló pagos por 258 millones de dólares a médicos que promovían entre sus pacientes los productos de siete empresas farmacéuticas. El equipo aprovechó una ley que obligaba a los laboratorios a difundir la información sobre el dinero que dan a los médicos por comisiones, almuerzos y subvención para convenciones, entre otros conceptos. Todos los documentos habían sido publicados en los sitios web de las farmacéuticas, pero en formatos complicados de manejar. Los programadores de Propublica elaboraron un script –un pequeño software que automatiza procesos– para recoger toda esa información. Con ese material elaboraron una aplicación que permite a cualquier persona en Estados Unidos buscar a su doctor y saber si ha recibido dinero de los laboratorios, cuánto y por qué.
Klein suele referirse a su equipo de cinco personas como “programadores periodistas que piensan como reporteros”. Quiere decir que tienen habilidades para manejar herramientas digitales, pero a la vez tienen el instinto para detectar una buena historia en una montaña de datos. “Algunos han dicho que los periodistas con habilidades para desarrollar software, o viceversa, son unicornios, raros de encontrar. Eso no es verdad, usted puede desarrollar en ellos las habilidades de periodismo e ingeniería que se requieren hoy en día”, precisa.14 El potencial es mayor al de solo hacer una visualización, que permite contar una historia en un gráfico, e incluso que una aplicación, que permite contar varias historias y que el lector haga sus propios hallazgos. Es la posibilidad de unir dos metodologías rigurosas y afines que expandan las fronteras del conocimiento. “El periodismo de investigación es el departamento de estudio y desarrollo de la profesión”, escribió Brant Houston, cofundador de la Global Investigative Journalism Network.15