Fue un esfuerzo global liderado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) con la colaboración de The Guardian, BBC, Le Monde, The Washington Post y una treintena de medios. Contó con el trabajo de 112 reporteros de 56 países.
Políticos, aristócratas, banqueros y criminales de diversos países usaron paraísos fiscales para crear compañías o fideicomisos con el fin de ocultar sus bienes o capitales, y en muchos casos evitar el pago de impuestos. En la lista aparecen el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev y su familia; Jean-Jacques Augier, tesorero de la campaña electoral del presidente francés Francois Hollande; la baronesa española Carmen Thyssen-Bornemisza, quien utilizó canales offshore para comprar obras de arte; y María Imelda Marcos, hija del exdictador filipino Ferdinand Marcos.
La filtración era 160 veces más grande que los documentos diplomáticos liberados hasta entonces por Wikileaks. El ICIJ contó con la ayuda de expertos en informática como Sebastian Mondial, de Alemania; Duncan Campbell y Matthew Flower, de Inglaterra; el costarricense Rigoberto Carvajal y el maltés Matthew Caruana. Ellos hicieron la limpieza y organización de los datos mediante la herramienta OpenRefine. El programa dtSearch los ayudó a rastrear nombres entre 260 gigabytes de datos. Y con el software Nuix obtuvieron conexiones de palabras clave incluidas en los archivos adjuntos de los correos electrónicos de varias personas, sin necesidad de abrir los documentos. También usaron el software libre Talend Open Studio para integrar y organizar los datos en gráficos de relaciones.
Los programadores consiguieron reconstruir el sistema de software de las empresas que prestaban sus servicios de creación de offshore. Esta crucial tarea allanó el terreno para que los periodistas iniciaran sus pesquisas, ya que pudieron navegar por archivos completamente estructurados y conocer quiénes estaban detrás de las empresas creadas, quiénes eran sus socios, intermediarios y beneficiarios.
El análisis del disco duro detectó más de 100 mil empresas extranjeras o fideicomisos localizados en lugares como las Islas Vírgenes, Hong Kong, Islas Caimán, entre otros. Los documentos revelaron la participación de 12.000 agentes intermediarios y 130.000 personas de 170 países.
En junio de 2013, el ICIJ y la Unidad de Investigación del diario La Nación de Costa Rica, dirigida por Giannina Segnini, lanzaron la aplicación Offshore Leaks Database, que permite buscar por nombres o por países.
El caso sacudió Europa y provocó dimisiones de alto nivel, como las del ministro de Economía de Francia, Jérôme Cahuzac, y el portavoz adjunto del Parlamento de Mongolia, Bayartsogt Sangajav, por ocultar cuentas bancarias en Suiza. Se abrieron investigaciones judiciales contra funcionarios y empresarios en Filipinas, India, Grecia y Corea del Sur. Distintos colectivos sociales promovieron campañas contra los paraísos fiscales. En febrero del 2015, el ICIJ fue reconocido con el premio George Polk Award, uno de los principales de EE.UU. en la categoría Business Reporting.
http://offshoreleaks.icij.org/