Trabajo en conjunto con medios y organizaciones como el Huffington Post, The Guardian, el Ground Truth Project y el Investigative Fund. Involucró a 50 periodistas de 21 países.
Más de tres millones de personas de condición vulnerable fueron desplazadas de las zonas donde vivían por cerca de mil proyectos financiados por el Banco Mundial en 124 países entre los años 2004 y 2013.
A comienzos de 2014, el periodista estadounidense Sasha Chavkin observó que los reportes del Defensor del Pueblo del Banco Mundial, que supervisa las actividades del organismo, contenían decenas de reclamaciones de comunidades desalojadas por proyectos financiados por el banco en varios países en desarrollo. Chavkin descargó más de 6600 documentos del BM para construir un registro de los proyectos, los beneficiarios de los préstamos y las denuncias. La información de los casos entre 2004 y 2013 estaba incompleta. Para confrontarla, se buscó fuentes dentro de la organización, exfuncionarios y expertos. Los datos permitieron identificar un patrón: el BM y la Corporación Financiera Internacional –su brazo inversor en el sector privado– no respetaron sus políticas para proteger a quienes pueden verse perjudicados por los proyectos que financia. Incluso dio préstamos a gobiernos y compañías acusados de violar derechos humanos. Los reporteros, que viajaron a países como Sudán del Sur, Etiopía, Guatemala o Perú, se comunicaban mediante la plataforma Odyssey.
El Banco Mundial anunció un plan para mejorar la supervisión de proyectos de desarrollo y evitar malas prácticas que causen desplazados.
La Online News Association reconoció a esta investigación con el premio Online Journalism Award en la categoría Periodismo de investigación innovador.